La lentitud del computador no solo frustra: también te hace perder tiempo, concentración y oportunidades. La buena noticia es que, en la mayoría de casos, no necesitas formatear ni gastar dinero para mejorar la velocidad de tu PC: con ajustes bien hechos puedes recuperar fluidez en cuestión de minutos. Esta guía 2025 reúne acciones rápidas (10 minutos) y otras de mantenimiento semanal para que Windows y macOS vuelvan a moverse como deberían, ya sea que trabajes con ofimática, clases en línea, edición de video o juegos.
Además de explicarte qué tocar y por qué, aprenderás a priorizar lo que más impacto tiene: programas que se inician sin permiso, archivos temporales que ocupan gigas, extensiones del navegador que devoran RAM, configuraciones de energía que frenan tu CPU y gráficos, y errores típicos que, sin darte cuenta, te hacen más lenta la PC.
Pasos rápidos para mejorar la velocidad de tu PC en 10 minutos
1) Cierra procesos y pestañas que consumen RAM
Abre el Administrador de tareas (Windows: Ctrl + Shift + Esc
) o Monitor de Actividad (macOS: Spotlight → “Monitor de Actividad”) y ordena por Memoria/CPU. Cierra apps que no uses (especialmente navegadores con muchas pestañas, editores de imagen/video y clientes de videollamada abiertos en segundo plano). Esta sola acción libera RAM y reduce uso del procesador.
2) Desactiva programas que se inician con el sistema
En Windows: Administrador de tareas → pestaña Inicio → deshabilita lo que no sea crítico (Spotify, Discord, Zoom, Adobe Updater, etc.).
En macOS: Preferencias del Sistema → Usuarios y grupos → Ítems de inicio → quita lo que no necesites.
Menos carga al arrancar = arranque más veloz y escritorio más fluido.
3) Limpia archivos temporales y cachés
Windows: Configuración → Sistema → Almacenamiento → Sensor de almacenamiento (activar) y Archivos temporales (eliminar).
macOS: Apple menu → Acerca de esta Mac → Almacenamiento → Gestionar → Reducir desorden; vacía la papelera y borra descargas viejas.
Eliminar temporales libera gigas en segundos.
4) Actualiza el sistema y controladores clave
Windows Update (Configuración → Windows Update) y, si usas juegos o apps gráficas, actualiza el driver de la GPU (NVIDIA/AMD/Intel).
macOS: Ajustes → Actualizaciones de software.
Actualizaciones corrigen errores de rendimiento y compatibilidad.
5) Optimiza el plan de energía
Windows: Configuración → Energía y batería → Configuración adicional de energía → “Alto rendimiento” / “Rendimiento máximo” (si está disponible).
Portátiles: enchufadas al cargador para máximo rendimiento.
macOS administra energía automáticamente, pero en Portátiles evita “modo bajo consumo” si requieres potencia.
6) Desactiva efectos visuales pesados
Windows: Panel de control → Sistema → Configuración avanzada → Rendimiento → “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” (o un punto medio: dejar suavizado de bordes de fuentes y animaciones básicas).
macOS: Ajustes → Accesibilidad → Reduce movimiento/transparencia.
Pequeños detalles, grandes diferencias en equipos justos.
7) Ajusta el navegador (Chrome/Edge/Firefox/Safari)
– Quita extensiones pesadas que no uses.
– Activa “Cerrar pestañas inactivas” (donde esté disponible) o usa administradores de pestañas que hibernan.
– Borra caché y cookies antiguas.
El navegador suele ser el mayor “come-RAM”; optimizarlo acelera todo.
8) Libera espacio en disco (meta: 15–20% libre)
Windows: “Archivos grandes” en Almacenamiento, Descargas, Videos.
macOS: Gestión de almacenamiento → “Optimizar” y “Vaciar papelera automáticamente”.
Un disco casi lleno vuelve lenta la PC (especialmente en SSD).
9) Reinicia con regularidad
Semanas sin reiniciar acumulan procesos zombis y fugas de memoria. Un reinicio limpio cada pocos días devuelve estabilidad y velocidad.
10) Repara apps que fallan
Si un programa va lento o se congela, actualízalo o reinstálalo en su última versión estable. A veces el problema es la app, no el sistema.
Lee las recomendaciones oficiales en Windows Support
Mantenimiento semanal para mejorar la velocidad de tu PC sin complicaciones
• Programa una limpieza automática
En Windows, deja Sensor de almacenamiento programado (ej. semanal). En macOS, habilita “Optimizar almacenamiento” y vacía Descargas/Documentos viejos.
• Ordena el Escritorio
El escritorio lleno ralentiza la carga inicial. Pasa archivos a carpetas por fecha/proyecto. Un escritorio limpio acelera y te ahorra tiempo.
• Revisa antivirus/antimalware
Mantén Microsoft Defender (Windows) o la solución que uses actualizado. Programa un escaneo semanal. En macOS, no es obligatorio, pero un antimalware ligero puede venir bien si descargas mucho.
• Controla temperatura y polvo
Calor = CPU/GPU con thermal throttling (se frenan). Limpia rejillas/ventiladores con aire comprimido; usa bases de refrigeración en portátiles. Bajar 10°C se nota.
• Copias de seguridad (Backups)
Un sistema saturado por miedo a borrar cosas también se vuelve lento. Con backup activo (Disco externo, iCloud, OneDrive) te animas a limpiar sin nervios.
Ajustes de Windows para mejorar la velocidad de tu PC sin instalar nada
Indexación de búsqueda: Panel de control → Opciones de indexación → Modificar → reduce carpetas indexadas a las que realmente usas para acelerar búsquedas y bajar uso de disco.
Aplicaciones en segundo plano: Configuración → Privacidad → Aplicaciones en segundo plano → desactiva las innecesarias.
Arranque rápido (Fast Startup): Panel de control → Opciones de energía → Elegir comportamiento del botón de inicio/apagado → activar “Inicio rápido” (si usas SSD suele ir bien; si da problemas con drivers, desactívalo).
Restaurar sistema: déjalo activo pero con un tamaño razonable (5–10 GB), suficiente para revertir fallos sin devorar el disco.
Espacio de paginación (Memoria virtual): Déjalo en Administrado por el sistema salvo que sepas lo que haces. Si tienes poco RAM, un pagefile bien gestionado evita cuelgues.
Aceleración de hardware (navegador y apps): activarla/ desactivarla y probar. En PCs con GPU integrada a veces desactivarla mejora la fluidez de vídeo/scroll.
Ajustes de macOS para mejorar la velocidad de tu PC (Mac)
Login items: Ajustes → Usuarios y grupos → Ítems de inicio → elimina lo innecesario (Dropbox/Creative Cloud/Zoom si no los usas a diario).
Optimizar almacenamiento: Apple → Acerca de esta Mac → Almacenamiento → Gestionar. Activa: “Optimizar almacenamiento”, “Vaciar papelera automáticamente”, “Reducir desorden”.
Monitor de Actividad: pestaña Memoria y CPU para cerrar lo que se dispara. Si “Memoria comprimida” está siempre altísima, considera subir a más RAM (en Macs con RAM soldada, sé más agresivo cerrando apps pesadas).
Visual: Ajustes → Accesibilidad → Reducir movimiento y Reducir transparencia. Menos efectos = más fluidez.
Actualizaciones: mantén macOS y Safari al día; suelen incluir mejoras de rendimiento y eficiencia energética.
Cómo mejorar la velocidad de tu PC en juegos y apps pesadas
Modo Juego / Game Mode (Windows 11): Configuración → Juegos → Modo Juego (actívalo). Minimiza procesos en segundo plano cuando hay un juego en foco.
Drivers de GPU: Actualiza NVIDIA/AMD/Intel desde su app oficial. Cada versión puede sumar FPS y arreglar tirones.
Tasa de refresco y V-Sync: Ajusta dentro del juego según tu monitor (60/120/144 Hz). En equipos justos, limita FPS para evitar calentamiento y microcortes.
Texturas y sombras: Bajar texturas altas/ultra a medias libera mucha VRAM y sube FPS de forma visible.
Grabadores y overlays: Desactiva overlays de Discord, Steam, GeForce Experience si no los usas; consumen RAM/CPU.
Almacenamiento: Instala juegos y apps grandes en SSD. La diferencia en tiempos de carga es abismal frente a HDD.
Errores comunes al intentar mejorar la velocidad de tu PC
• Instalar “aceleradores milagro”: Muchos agregan servicios extra y publicidad. Menos es más: usa las herramientas del sistema y (si quieres) una utilidad confiable de limpieza.
• Tener dos antivirus a la vez: Se pelean por los mismos archivos, duplican análisis y ralentizan todo. Quédate con uno.
• Deshabilitar servicios críticos: Tocar servicios de Windows/macOS sin saber puede romper funciones importantes. Limítate a inicio de programas y apps en segundo plano.
• Descuidar el polvo y la ventilación: Un equipo limpio físicamente rinde más. El hardware también necesita mantenimiento.
• No dejar espacio libre en disco: Un SSD al 95% se vuelve lento. Mantén 15–20% libre.
10 características clave de este artículo
- Acciones rápidas para mejorar la velocidad de tu PC en 10 minutos.
- Guía de mantenimiento semanal simple y efectiva.
- Optimización sin instalar programas (Windows y macOS).
- Ajustes específicos de navegador para liberar RAM.
- Recomendaciones de energía, efectos visuales y memoria virtual.
- Consejos térmicos (ventilación, polvo, bases de refrigeración).
- Trucos para aumentar FPS y fluidez en juegos.
- Buenas prácticas de almacenamiento (SSD, 20% libre, copias).
- Lista de errores comunes que te hacen más lenta la PC.
- Enfoque práctico, paso a paso, actualizado a 2025.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Por qué mi PC va lenta si casi no uso programas?
Aunque no “uses” programas, muchas apps instalan procesos residentes (actualizadores, servicios de nube, launchers). Además, el navegador con varias pestañas puede consumir gigas de RAM. Revisa Inicio (Windows) o Ítems de inicio (macOS) y el Administrador de tareas/Monitor de Actividad para cerrar lo que no necesitas. Mantener un 20% de espacio libre en el disco también es clave: un SSD lleno pierde rendimiento.
¿Es mejor deshabilitar todos los efectos visuales?
Si tienes un equipo justo, desactivar efectos en Windows (Rendimiento → “Mejor rendimiento”) o reducir movimiento/transparencia en macOS ayuda bastante. En equipos modernos no hace falta quitarlo todo; puedes dejar suavizado de fuentes y animaciones básicas. Ajusta y prueba qué te da mejor equilibrio entre estética y velocidad.
¿Conviene usar limpiadores de registro en Windows?
No son imprescindibles y, mal usados, pueden causar problemas. Prioriza las herramientas nativas: Sensor de almacenamiento, Archivos temporales, Windows Update. Si usas un limpiador, que sea de marca confiable y evita tocar el registro sin respaldo.
¿Cuánta RAM necesito para ir fluido?
Para tareas de oficina/estudio y navegación pesada, 8 GB es el mínimo; 16 GB ofrece mucha más holgura (especialmente con muchas pestañas o apps simultáneas). En edición de foto/video o programación, 16–32 GB mejoran la experiencia. Si tu Mac/PC no permite ampliar RAM, sé más agresivo cerrando apps y pestañas.
¿HDD o SSD, cuál acelera más?
Pasar de HDD a SSD es el salto de rendimiento más notable en máquinas antiguas: arranque, apertura de programas y carga de archivos se aceleran multiplicado. Si ya tienes SSD, mantenerlo con espacio libre y actualizado asegura buen rendimiento.
¿Puedo mejorar el rendimiento sin gastar dinero?
Sí: desactivar inicio automático, limpiar temporales, optimizar navegador, actualizar sistema, ajustar energía y efectos, liberar espacio y reiniciar con regularidad. Todo lo anterior es gratis y logra mejoras reales.
¿El “Modo Juego” de Windows realmente ayuda?
En Windows 11 sí: prioriza recursos a la aplicación en foco, reduce procesos en segundo plano y puede estabilizar los FPS. No hace milagros, pero evita tirones cuando hay mucha carga.
¿Qué pasa si desactivo la indexación de Windows?
La búsqueda puede tardar un poco más, pero ganas rendimiento en discos lentos o PCs con poca RAM. Si usas mucho la búsqueda, no la elimines: ajústala para indexar solo lo importante (Documentos, Escritorio) y no todo el disco.
¿Cada cuánto debo limpiar el polvo del PC/portátil?
Depende del ambiente, pero cada 3–6 meses es buena práctica. Si notas ventiladores ruidosos o temperaturas altas, es momento de limpiar. La suciedad eleva temperaturas y el sistema reduce velocidad para protegerse (throttling).
¿Cuándo considerar un upgrade de hardware?
Si ya aplicaste todo y sigue lenta para tus tareas, plantéate: +RAM, cambiar a SSD, o una GPU si haces tareas gráficas/juegos. En portátiles con hardware soldado, el SSD (si es reemplazable) suele ser el mejor upgrade precio/beneficio.
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Conclusión
Mejorar la velocidad de tu PC no empieza comprando piezas nuevas: empieza con hábitos y ajustes inteligentes. En solo 10 minutos puedes desactivar programas que se inician solos, limpiar archivos temporales, optimizar el navegador, actualizar sistema y drivers, ajustar el plan de energía y reducir efectos visuales. Añade un mantenimiento semanal ligero (ordenar escritorio, liberar espacio, vigilar temperatura, reiniciar con regularidad) y verás un cambio consistente en estabilidad y fluidez.
Si trabajas con juegos o apps pesadas, aprovecha el Modo Juego, drivers recientes, límites de FPS y SSD para cargas rápidas. Evita errores típicos como instalar “aceleradores milagro” o usar dos antivirus juntos. Y cuando sea el momento, un SSD o más RAM darán ese empujón extra que convierte una máquina justa en una herramienta confiable.
La clave: para mejorar la velocidad de tu PC con pequeñas acciones, gran impacto, constancia. Así tu PC (Windows o Mac) volverá a sentirse ágil, lista para tu trabajo, estudio o entretenimiento… sin que el rendimiento te frene.